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"Jeff Lynne"
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GABRIELA BADE
Nada de efectos, sólo guitarras y blues. Ésa es la norma de "Brainwashed", el disco que George Harrison dejó grabado antes de morir el 29 de noviembre de 2001 y que acaba de aparecer como una de las grandes obras del ex beatle.
Harrison sabía lo que hacía: estaba escribiendo la bitácora de su muerte. "Soy el pez de Piscis y el río corre a través de mi alma". "Si no sabes adónde vas, cualquier camino te llevará". Son sus versos cargados de espiritualidad. Aunque también de ironía: "Un Padre nuestro, tres Ave Marías, cada noche de sábado".
"Brainwashed" tiene a Harrison en su estado más puro. Su serena forma de enfrentar el cáncer, sin necesariamente aceptarlo, se traspasa a las canciones; hay sonidos muy acústicos y guitarras slide.
Este Harrison-2002 tiene pequeños retoques hechos por los hombres a los que encomendó un detallado plan de producción:...
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George Harrison fue, indirectamente, el más favorecido cuando - en mayo de 1970- el cuarteto The Beatles se acabó definitivamente. John Lennon estaba demasiado preocupado de su adicción a la heroína y de su nueva vida junto a Yoko Ono; Paul McCartney trataba de mantener - y engordar- su imagen de creador talentoso y cerebro de la banda, y Ringo Starr seguía abierto a cualquier proposición en la que embarcarse, sin decidirse a proponer él mismo alguna idea al respecto.
Era perfecto: el campo estaba libre para ser usado. Y Harrison lo usó, sorprendiendo a los seguidores de la banda, al lanzar - en 1970- el disco solista "All things must pass", considerado uno de los más importantes de esa década.
El elepé acaba de ser reeditado en Chile y, en principio, puede ser considerado sólo un apronte de lo que vendrá. Al parecer, este año Harrison cumplirá su eterna promesa de...
Citados:
Bob Dylan
,
Eric Clapton
,
George Harrison
,
Jeff Lynne
,
John Lennon
,
Julio Osses
,
Michael Abram
,
Paul Mccartney
,
Phil Collins
,
Phil Spector
,
Ravi Shankar
,
Ringo Starr
,
Yoko Ono
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Marcelo Simonetti
George Harrison no quería a la gente. No a la gente que amaba a Los Beatles. En la mansión que tenía en Henley-on-Thames, en el sur de Inglaterra, instaló un letrero con grandes letras rojas en el que se leía: ¡Privado, aléjese! El mensaje estaba escrito en diez idiomas. Y para evitar confusiones, había agregado una versión especial para los estadounidenses: "Get your ass outta here!". Que viene a ser algo así como ¡saca tu culo de aquí! Tenía sus razones para ello. La fama le provocaba dolores de estómago. Urticaria. Frases como "lo mejor de abrir un diario es no verte en él" o "el mejor lugar es el cuarto de baño del hotel", hacen pensar que él vivió esa exposición frenética de Los Beatles muy a contrapelo y que, en cierto modo, la disolución del grupo fue un alivio. La mejor medicina para volver a ser él mismo. George, el silencioso. George,...